Historia del Lavavajillas

Cronológicamente, la primera patente de un aparato mecánico para lavar platos es de Joel Houghton y data de 1850. Pero los lavavajillas modernos descienden del invento de Josephine Cochrane en 1886, también manual, que presentó en la Feria Mundial de Chicago de 1893. Curiosamente, Josephine era bastante rica y era la nieta de John Fitch, el inventor del barco de vapor.

Ella nunca lavaba los platos pero dicen que lo inventó para que su servicio no dañara su vajilla de porcelana china. Un día dijo: "Si nadie inventa una máquina de lavar platos, la inventaré yo misma”. Y Josephine Cochrane se puso manos a la obra y desarrolló en 1886 una rueda de madera con compartimentos individuales que recibía agua jabonosa de una caldera. Esta inventora del siglo XIX, consiguió, aunque su propósito era solo el de conservar su porcelana, liberar a la mujer de una de las tareas domésticas más pesadas.

Los modelos instalados con fontanería permanente llegaron en 1920 y los elementos de secado fueron agregados en 1940. Inicialmente solo los hoteles y los grandes restaurantes se interesaron por esta idea, debido al gran tamaño del aparato lavavajillas pero a partir de los años 70 se popularizó también en los hogares.